Con tiempo por delante queremos ejercitar unas reflexiones sobre el estado actual de la pesca de la trucha en Navarra. Incluidas las normas que la regulan.No hace falta ser un ingenuo para saber que está muy mal. Causas posibles: el tan mentado cambio climático, falta de lluvias o muy copiosas en momentos, vertidos incontrolados, aprovechamientos hídricos prohibidos, suciedad en orillas y cauces, dragados desorbitados, actuaciones en cauces desproporcionadas, barreras fluviales innecesarias, falta de mantenimiento y conservación de la fauna piscícola, etc.
Sobre esto último nos extraña por qué el Gobierno de Navarra no cumple, para la trucha, con su propia normativa como es debido. Cuando para otras especies si lo hace a las mil maravillas, por ejemplo, con el salmón.
Otro apartado importante en todo este asunto es la incidencia de los propios pescadores, con su ejercicio de las distintas modalidades de pesca. Pensando que siempre éstos cumplen con la variada y compleja normativa a la que tienen obligación cumplir. Entonces, si éstos son cumplidores, no creemos que sean los pescadores los que afecten negativamente al río. Ya que si así fuera, la normativa que aplica cada año el Gobierno de Navarra estaría totalmente equivocada.
Y como creemos que el Departamento responsable en este tema cree, a pies juntillas, que la normativa es correcta, por qué no actúa en los elementos ajenos a los pescadores que sí afectan negativamente en la fauna piscícola. No lo entendemos, la verdad.
Profundizando un poco más en dicha normativa, tenemos varias dudas, que nos encantaría que se le diese contestación.
Por ejemplo, hace ya años que se prohibió la pesca en la modalidad de con cebo natural, y más concretamente la pesca tan arraigada en Tierra Estella como la de con chipa. Y nos preguntamos si el Departamento creía entonces que había que prohibirla, ¿por qué ésta modalidad sigue estando prohibida? Ya que como se ha comprobado, dado los años en que no se puede pescar con chipa, la trucha a disminuido hasta niveles mínimos. Por lo tanto está claro que dicha modalidad no tiene, ni ha tenido, ninguna intervención en esta disminución. Son otras las causas que la producen. Y no se toman las medidas correctoras.
Nos permitimos imaginar que bien se pueden limitar otras modalidades de pesca, alternativamente, para comprobar con exactitud si alguna de ellas puede afectar a esta situación límite. Por ejemplo, se vuelve a permitir la chipa y otra modalidad de pesca se prohibe durante 5 años. Y así sí que se comprueba la afección de cada modalidad.
También, como pescadores que somos, y por lo tanto conocedores del hábitat en el que se desarrolla nuestra afición, nos extraña que el Departamento aludido no ponga alguna limitación a la hora de pisar todos los cauces, y no solamente en el periodo y tramos de freza. No creo que sea nada bueno pisotear todo el cauce del río en periodos de estío. Se quiera o no, el fondo del cauce se resiente en todas sus vertientes de equilibrio ecológico.
Y como no, hablar de eliminar el arponcillo. Vaya invento más inútil. Creemos que sería más beneficioso para el río, por ejemplo, que solamente se permita pescar con botas de media caña. Esto sí sería una buena solución.
Por otra parte, también, queremos hacer hincapié en por qué el Gobierno de Navarra no tiene un plan específico de repoblación de los ríos. En otras comunidades están dando un resultado extraordinario (por positivo), con recuperación total de ríos antes inertes de especies como la trucha.
Y no decimos que se repueble con especies ajenas a nuestros ríos, sino que se realice con las propias. Como hacían antes nuestros abuelos y padres, sin que ningún técnico les aconsejara hacerlo. Sabían que era positivo y lo más normal: la repoblación con huevas y alevines de las mismas truchas que habitaban en el río.
Y ahora, con los medios de que se dispone, ya que en casi todos los ríos se tienen abandonadas instalaciones para tal cometido, y con las experiencias y técnicas modernas que los expertos en estos temas han conseguido en estos últimos años, no entendemos tanta imprevisión.
Para acabar estas reflexiones, comentar las noticias que están circulando entre los pescadores de que para el año que viene se tiene intención de vedar más tramos de ríos en Navarra. Es decir, que cada vez nos ponen más difícil, por no decir imposible, pescar la trucha.
Eso ya sería el colmo. Si los pescadores de trucha no podemos salir a disfrutar de nuestros ríos, ¿que van hacer los técnicos responsables? Estar de fiesta o implicarse de una vez por todas para recuperar nuestros ríos.
Y por no hablar del incremento de tramos de pesca sin muerte. ¿Pero es que todavía no se han dado cuenta de que en estos tramos la disminución de la trucha es mucho mayor que en los tramos libres? Qué contradicción.