lunes, 10 de mayo de 2010

Ganadores de la liga de baloncesto


El Regal FC Barcelona se proclamó campeón de Europa y se quitó la espina que tenía clavada en París. En su tercera presencia en una final de la Euroliga en la capital francesa, donde había perdido en dos ocasiones, los de Xavi Pascual por fin lograron conquistar el título tras 7 años de sequía.

Ganó de forma incuestionable al temido Olympiakos griego (86-68) con mayor suficiencia, incluso, de que lo había hecho en las semifinales ante el CSKA, precisamente los dos clubes continentales con mayor presupuesto. Además se “vengó” de un rival que le había derrotado el 1997 cuando obtuvo su único título continental.

El equipo azulgrana, máximo favorito antes de la Final a Cuatro, confirmó sus credenciales con grandeza. Juan Carlos Navarro, además, logró algo histórico, que un jugador español fuera elegido como MVP (mejor jugador de la Final Four).

Fue una victoria trabajada desde el primer minuto. Justo después de que el lituano Kleiza consiguiera un triple que abría el marcador, se puso por delante y no hizo otra cosa que ir aumentando las diferencias, no sin esfuerzo y mucha disciplina. La intensidad en defensa volvió a ser fundamental, como las rápidas transiciones defensa-ataque.

Los triples de Navarro en momentos complicados resultaron clave. El primero llegó con un inquietante 9-8 y luego obtendría tres más. Acaparó el balón en los minutos finales, ralentizando el juego para evitar una posible remontada y anotando 4 tiros libres de una tacada tras falta y técnica a Kleiza, víctima de su impotencia.

Una de las claves del triunfo radicó en la buena gestión del banquillo del técnico Xavi Pascual, quien a sus 38 años se convirtió en el Pep Guardiola de la sección de baloncesto.

La magnífica armonía en la plantilla se vio acompañada por la presencia en la pista del presidente Joan Laporta, en un auténtico maratón de viajes desde el viernes (París-Sevilla-Montmeló-París) y de 5 mosqueteros del FC Barcelona, Pujol, Piqué, Busquets, Xavi y Bojan.

El primer cuarto marcó la pauta de lo que iba a ser el partido. Tras los escarceos iniciales la defensa blaugrana y su fluidez en ataque, provocaron un despegue que a la postre sería decisivo. La velocidad desarboló al Olympiakos, mucho más peligroso en acciones controladas y más lentas. De ahí que el tanteo se fuera hasta un 28-19.

En la continuación Theo Papaloukas empezó a demostrar su clase y su experiencia (33 años) y con sus penetraciones y autoridad en su equipo, logró mantener en el partido al campeón heleno. Pero no fue suficiente ante el mejor basket de los barcelonistas, que abrieron la brecha (m.19: 46-32).

Después del descanso llegaron los mejores momentos del conjunto de El Pireo, beneficiados por algunas decisiones cuestionables de los colegiados, quizás influenciados por las continuas y consentidas protestas de Panagiotis Yannakis, el laureado técnico griego, y del capitán Papaloukas. Las cosas se apretaron (52-47).

Pero fue un espejismo y, sin perder los papeles nunca, el Barça, ahora dirigido perfectamente por Víctor Sada, más cerebral que Ricky (en esos momentos algo despistado) y con un triple “imposible” volvió a subir la ventaja de los suyos por encima de los diez puntos (58-47).

Quedaban 15 minutos pero nadie dudaba de que el título era esta vez para el equipo español. Dominaba bajo los aros, defendía con eficacia y marcaba siempre el ritmo del encuentro. Se alcanzaron los 30 minutos con 64-50. Una ventaja para no desperdiciar.

Pete Mickeal, el jugador con más minutos del Barcelona, demostraba su calidad y la defensa de ayudas controlaba a los atacantes del Olympiakos. Las diferencias se abrieron pronto (m. 34: 71-52) y desde ese momento apenas hubo historia. Ni siquiera los intentos de cambiar la dinámica del partido, con continuas protestas y gesticulaciones sirvieron para descentrar a los blaugranas.

El Barcelona se proclamó campeón 7 años después de su hasta ahora única victoria, en el Palau Sant Jordi y lo hizo ante un rival con un presupuesto estratosférico en Europa, de 30 millones de euros.

Sus carísimos fichajes, con el ex Atlanta Hawks Childress, a la cabeza (20 millones de dólares por 3 años), no le valieron ante un equipo que, siguiendo los pasos de su homónimo futbolístico, hizo valer su juego de conjunto, sobre todo en defensa, la mejor del continente.

No es una presunción, ni siquiera una exageración, afirmar que este Barça se ganaría bien la vida en la NBA. Es, sin duda, el mejor exponente de Europa.

No hay comentarios: